¿Cómo sacrificar el ego?


Es imposible. El ego no puede ser sacrificado porque el ego no existe. El ego es sólo una idea: no tiene sustancia en sí. No es algo, simplemente es pura nada. Lo haces real creyendo en él. Puedes quitarle creencia y la realidad desaparece, se evapora.
El ego es una especie de ausencia. Porque no te conoces a ti mismo, de ahí el ego. Cuando te conoces a ti mismo, no se encuentra ningún ego. El ego es como la oscuridad, la oscuridad no tiene existencia positiva por sí misma, es simplemente la ausencia de luz. No puedes pelear con la oscuridad, ¿o sí? No puedes sacarla de la habitación, no puedes sacarla, no puedes llevarla dentro. No puedes hacer nada directamente con la oscuridad. Si quieres hacer algo con la oscuridad, tendrás que hacer algo con la luz. Si enciendes la luz, no hay oscuridad; si apagas la luz, hay oscuridad.
La oscuridad es sólo ausencia de luz, así es el ego: ausencia de conocimiento de sí. No puedes sacrificarlo.
Se te ha dicho una y otra vez: “Sacrifica tu ego”, y el enunciado es absolutamente absurdo porque algo que no existe no puede ser sacrificado. Y si tratas de sacrificarlo, a lo que en primer lugar no existe en absoluto, estarás creando un nuevo ego, el ego del humilde, el ego del sin ego, el ego de la persona que piensa que ha sacrificado su ego. Esto será una nueva especie de oscuridad otra vez.
No, no te digo a ti que sacrifiques tu ego. Al contrario, lo que digo es que trates de ver  dónde está el ego. Míralo profundamente, trata de localizarlo, donde exista, si existe o no. Antes de que uno pueda sacrificar cualquier cosa, uno debe estar seguro de su existencia.
Pero no estés en su contra desde el comienzo mismo. Si estás en su contra, no puedes mirar profundamente en él. No hay necesidad de estar en contra de nada. El ego es tu experiencia, posiblemente es sólo apariencia, pero sigue siendo tu experiencia. Toda tu vida se mueve alrededor del fenómeno del ego. Puede ser un sueño, pero para ti es completamente verdadero.
No hay necesidad de estar en su contra. Sumérgete en él, entra en él. El entrar en él significa que traes consciencia a tu casa, traes luz a la oscuridad. Mantente alerta, atento. Observa los caminos del ego, cómo funciona, cómo maneja todo en absoluto. Y estarás sorprendido: entre más profundo entras, menos se encuentra. Y cuando has penetrado en el mismo centro de tu ser, encontrarás algo totalmente diferente que no es el ego, que es ausencia de ego. Es uno mismo, el ser supremo, es la divinidad. Has desaparecido como una entidad separada, no eres más una isla. Ahora eres parte del todo.
Osho, The Fish in the Sea is Not Thirsty, charla #12

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