Así es el hombre perfecto: su bote está vacío.
No hay nadie dentro. Si te encontrases a Chuang Tse, o a Lao Tse, o a mí, el bote estará
ahí, pero vacío, sin nadie en él. Si sólo miras superficialmente, entonces parecerá que hay
alguien, porque el bote está ahí. Pero si penetras más, si realmente intimas conmigo, si te
olvidas del cuerpo, del bote, entonces encontrarás una nada. Chuang Tse es una rara flor,
porque llegar a ser un don nadie es lo más difícil, es casi imposible, es lo más extraordinario
del mundo.
La mente ordinaria suspira por lo extraordinario, y eso es parte de lo ordinario; la mente
común desea ser alguien en particular, eso es parte de lo ordinario. Puedes convertirte en
un Alejandro, pero permanecerás ordinario y entonces ¿quién es alguien extraordinario? Lo
extraordinario comienza solo cuando tú dejas de suspirar por ello. Entonces el viaje ha
empezado, una nueva semilla ha germinado.
Esto es lo que Chuang Tse quiere expresar cuando dice: "Un hombre perfecto es como un
bote vacío". Muchas cosas se derivan de ello. Primero. una barca vacía no va a ninguna
parte porque no hay nadie que la dirija, nadie que la manipule, nadie que la conduzca a un
lugar determinado. Un bote vacío está ahí, sin ir a parte alguna. Incluso si se mueve, no se
dirige a ningún sitio en concreto".
Cuando la mente no está allí, la vida sigue en movimiento, pero no está dirigida. Te
moverás, cambiarás, serás como el fluir de un río, pero no te dirigirás a ninguna parte, no
tendrás metas a la vista. Un hombre perfecto vive sin propósito, un hombre perfecto vive sin
motivo alguno. Si le pides a un hombre perfecto: ¿Qué estás haciendo? te dirá, "No lo sé,
pero esto es lo que está sucediendo". Si me pides por qué te estoy hablando, te diré,
"Pregunta la flor ¿por qué florece?". Esto es un suceder, no está manipula- do. No hay nadie
que manipule, el bote está vacío. Cuando exista un propósito siempre permanecerás
afligido. ¿Por qué?
Una vez un hombre pidió a un avaro, a un gran tacaño ¿Cómo has logrado tener éxito en
acumular tanto dinero?
El avaro le contestó, "Este es mi lema: todo lo que haya de hacerse mañana debería de
hacerse hoy, y todo lo que se pueda disfrutar hoy debería de disfrutarse mañana. Este ha
sido mi lema". El consiguió amasar una gran riqueza y así es como la gente consigue
acumular sinsentidos.
Este avaro era también un desgraciado. De una parte triunfó acumulando riqueza, de
otra triunfó acumulando amargura. Y el lema es el mismo para acumular dinero que para
acumular desdicha: haz hoy lo que deba ser hecho mañana, hazlo ahora, no lo demores. Y
todo lo que puedas disfrutar ahora mismo, no lo disfrutes ahora, posponlo hasta mañana.
Este es camino para entrar en el infierno. Siempre tiene éxito, nunca ha fallado. Inténtalo
y lo lograrás; o incluso puede que hayas triunfado ya. Puedes haber estado intentándolo sin
saberlo. Pospón todo lo que puedas disfrutar, piensa sólo en el mañana.
Jesús fue crucificado por los judíos sólo por esta razón, no por ningún otro motivo. No es
que ellos estuvieran en contra de Jesús; Jesús era un hombre perfecto, un bello ser
humano, ¿por qué debían los judíos de estar en su contra? Más bien al contrario, habían
estado esperando a este hombre. Durante siglos habían estado suspirando y esperando:
¿Cuándo llegará el Mesías?
Y entonces de repente este Jesús declara: "Yo soy el Mesías al cual habéis estado
esperando, y he venido ahora. Contempladme".
Ellos se sintieron confusos porque la mente puede esperar, siempre disfruta en la espera,
pero la mente no puede encarar el hecho, la mente no puede encontrarse con este
momento. Siempre sabe posponer, es fácil posponer: El Mesías vendrá, pronto llegará...
Durante siglos los Judíos han estado pensando sobre ello y posponiendo: y entonces este
hombre destruye toda esperanza, porque les dice: "Estoy aquí. La mente se siente entonces
turbada. Tuvieron que matar a aquel hombre, de otra forma no les hubiese sido posible vivir
con la esperanza del mañana.
Y no sólo fue Jesús, muchos otros han declarado desde entonces, "Yo estoy aquí, Yo soy
el Mesías". Y los judíos siempre los han negado, porque si no los niegan, cómo podrían vivir
en esperanza y ¿cómo podrían posponerlo? Ellos han vivido este anhelo con tanto fervor,
con tal profunda intensidad que a duras penas puede uno creerlo. Ha habido judíos que se
acostarían esperando que aquella fuese la última noche, que por la mañana el Mesías estaría
ahí...
He oído acerca de un rabino que solía decir a su mujer, "Si él viene por la noche, no
pierdas un solo instante, despiértame inmediatamente". El Mesías está llegando y llegando,
puede venir en cualquier momento.
Y he oído de otro rabino cuyo hijo se iba a casar, de forma que envió las invitaciones para
la boda a sus amigos y escribió en ellas: "Mi hijo se va a casar en Jerusalén en tal fecha,
pero si el Mesías no ha venido por entonces, mi hijo se casará en este pueblo de Kortz".
Quién sabe, quizás en la fecha de la boda el Mesías haya venido ya. Si es así, ya no estará
aquí, estará en Jerusalén celebrándola. Pero si no ha venido por entonces, sólo entonces
celebraremos la boda en este pueblo; en caso contrario será en Jerusalén.
Así han estado esperando y esperando, soñando. Toda la mente judía ha estado
obsesionada con el Mesías venidero. Pero cuando el Mesías llega, inmediatamente lo niegan.
Esto debe de ser comprendido. Así es como funciona la mente: esperas la dicha, el éxtasis,
y cuando llega lo niegas, simplemente le vuelves la espalda.
La mente puede vivir en el futuro, pero no puede vivir en el presente. En el presente sólo
puedes anhelar y desear. Así es como creas tu propia desgracia. Si empiezas a vivir aquí y
ahora, en este mismo momento, la desdicha desaparece.
Pero ¿cómo se relaciona esto con el ego? El ego es el pasado acumulado. Todo lo que has
conocido, experimentado, leído, cualquier cosa que te haya sucedido en el pasado, todo se acumula ahí. Este pasado en conjunto es el ego, eres tú.
El pasado se puede proyectar en el futuro, el futuro no es más que el pasado extendido
pero el pasado no puede encarar el presente. El presente es totalmente diferente, tiene una
cualidad del estar aquí y ahora. El pasado siempre está muerto, el presente es vida, la
mismísima fuente de todo, lo vivo. El pasado no puede enfrentarse al presente y por esto se
mueve hacia el futuro; pero ambos están muertos, ambos son no existenciales. El presente
es vida; el futuro no puede encontrarse con el presente, ni tampoco el pasado. Y tu ego, tu
ser alguien, es tu pasado. A menos que estés vacío no puedes estar aquí, y a menos que
estés aquí no puedes estar vivo.
¿Cómo puedes conocer la felicidad de la vida? En cada momento está lloviendo sobre ti y
tú la estabas obviando.
Dice Chuang Tse:
Así es el hombre perfecto:
su bote está vacío.
¿Vacío de qué? Vacío del yo, vacío del ego, vacío de alguien en su interior.
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