Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse: Los que saben no hablan; Los que hablan no saben.
Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras. El Maestro les dijo:
– ¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?
Todos la conocían. Entonces les dijo:
– Expresadlo con palabras.
Y todos guardaron silencio.
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