CUANDO NAPOLEÓN BONAPARTE FUE VENCIDO POR SU NIÑEZ


Napoleón Bonaparte fue derrotado por Nelson, pero de hecho el crédito no debería ser para Nelson. Napoleón Bonaparte fue vencido por un pequeño incidente en su niñez. Ahora, la historia no mira las cosas de esta manera, pero para mí está absolutamente claro.
Cuando tenía sólo seis meses, un gato salvaje saltó sobre él. El sirviente que lo cuidaba había ido a la casa por algo; estaba en el jardín bajo el sol de la mañana y al aire fresco, recostado, y el gato salvaje saltó sobre él. No lo lastimó; quizá sólo estaba siendo juguetón, pero para la mente del niño fue casi la muerte. Desde entonces no tuvo miedo de los tigres o de los leones; habría podido luchar con un león sin armas, sin miedo. ¿Pero un gato? Ese era otro asunto. Estaba absolutamente indefenso. Ver un gato casi lo congelaba; se volvía de nuevo un niño pequeño de seis años, sin defensa, sin capacidad de luchar. En esos ojos de niño pequeño ese gato debe haberse visto muy grande; era un gato salvaje. El gato pudo haber mirado al niño a los ojos.
Algo en su psique llegó a estar tan impresionado por el incidente que Nelson lo explotó. Nelson no se podía comparar con Napoleón, y Napoleón nunca en su vida fue derrotado; ésta fue su primera y última derrota. Él no habría sido derrotado, pero Nelson había traído setenta gatos al frente del ejército.
En el momento que Napoleón vió a esos setenta gatos salvajes su mente dejó de funcionar. Sus generales no podían entender qué había sucedido. Él ya no era el mismo gran guerrero; estaba casi congelado por el miedo, temblando. Nunca había permitido que ninguno de sus generales organizara el ejército, pero hoy dijo, con lágrimas en sus ojos: '“Soy incapaz de pensar... organicen ustedes el ejército. Estaré aquí pero soy incapaz de luchar. Algo no está bien en mí'.
Se le reemplazó, pero sin Napoleón su ejército no era capaz de luchar contra Nelson, y viendo la situación de Napoleón, todos en su ejército se volvieron un poco temerosos: algo muy extraño estaba pasando.
Un niño es débil, vulnerable, inseguro. De manera autónoma empieza a crear una armadura, una protección, de formas diferentes. Por ejemplo, tiene que dormir solo. Está oscuro y está asustado, pero tiene su osito de peluche, y cree que no está solo; su amigo está con él. Verás niños arrastrando sus ositos de peluche en los aeropuertos, en las estaciones de ferrocarril. ¿Piensas que sólo es un juguete? Para ti lo es, pero para el niño es un amigo. Y un amigo cuando nadie más ayuda... en la oscuridad de la noche, a solas en la cama, aún así está con él. Él creará ositos de peluche psicológicos.