ILUMINATE EN ESTE SEGUNDO
¿Dónde debo buscar la iluminación?.
Aquí.
¿Y cuándo tendrá lugar?.
Está teniendo lugar ahora mismo.
Entonces, ¿por qué no la siento?.
Porque no miras.
¿Y en que debo fijarme?.
En nada. Simplemente mira.
Mirar ¿qué?.
Cualquier cosa en la que se posen tus ojos.
¿Y debo mirar de alguna manera especial?.
No. Bastará con que mires normalmente.
Pero ¿es que no miro siempre normalmente?.
No.
¿Por qué demonios...?
Porque para mirar tienes que estar aquí,
y casi siempre no lo estás.
LOS MILAGROS DE MI MAESTRO
Un hombre recorrió medio mundo para comprobar por sí mismo la extraordinaria fama de que gozaba el Maestro. "¿Qué milagros ha realizado tu Maestro?", le preguntó a un discípulo. "Bueno, verás... , hay milagros y milagros. En tu país se considera un milagro el que Dios haga la voluntad de alguien. Entre nosotros se considera un milagro el que alguien haga la voluntad de Dios".
LA NECESIDAD DE SER ESPECIAL
Me siento deprimido y me condeno a mí mismo, aunque realmente no sé por qué…
Esa es una manera de quedarte en las mismas... es un truco de la mente. En lugar de entender, la energía se empieza a mover hacia la condena... y el cambio llega a través de la comprensión, no de la condena. Por tanto la mente es muy engañosa: en el momento en que comienzas a ver un hecho, la mente se apodera de ello y comienza a condenarlo. Ahora toda la energía se convierte en condena, y así la comprensión queda olvidada, relegada, y tu energía se mueve hacia la condena... y condenar no puede ser de ayuda.
Te puede deprimir, te puede enfadar, pero deprimido y enfadado jamás te transformas. Continúas siendo el mismo, moviéndote en el mismo círculo vicioso una y otra vez.
La comprensión es liberadora; luego, cuando te das cuenta de algo, no hay necesidad de condenarlo, no hay necesidad de preocuparse por ello. Sólo es necesario mirarlo con profundidad y comprenderlo.
Si digo algo y te afecta - y de hecho éste es mi propósito: que debería afectarte de alguna manera - entonces debes poner tu atención en la razón por la que te afecta y en dónde te afecta y cuál es el problema; tienes que mirarlo. Viéndolo, tratando de moverte a su alrededor, mirándolo desde todos los ángulos... Si condenas, no puedes mirarlo, no lo puedes enfocar desde todos sus ángulos. Has decidido de antemano que está mal; sin darle una oportunidad, ya lo has juzgado.
Observa este hecho, profundiza en él, contémplalo, duerme con él, y cuanto más puedas observarlo, serás más capaz de salir de él. La habilidad de comprender y la habilidad de salir de él, son dos nombres diferentes para el mismo fenómeno.
Si comprendo algo, soy capaz de salir de ello, de trascenderlo. Si hay algo que no comprendo, no puedo librarme de ello. Luego la mente continúa haciendo esta jugada con todo; no solamente contigo. Instantáneamente saltas y dices: 'Esto está mal, no debería ser así. No valgo la pena, mi relación está mal, y esto y aquello está mal', y te sientes culpable . Ahora toda tu energía se mueve hacia la culpa, y mi trabajo aquí consiste en hacerte sentir lo menos culpable posible.
Así que, veas lo que veas, no te lo tomes de manera personal. No tiene nada que ver contigo en particular; es simplemente la forma en que funciona la mente. Si hay celos, si hay posesividad, si hay enojo,así es como funciona la mente... así es más o menos con la mente de todos, en menor o mayor grado.
La mente tiene otro mecanismo: quiere elogiar o condenar. Nunca se queda en medio. Cuando te halagan, te vuelves especial y el ego se siente satisfecho; pero cuando te condenan también el ego cobra identidad, también te hace ser especial. Observa el truco: Por ambos lados ¡te vuelves especial! [Ella] es especial: sea una santa,una gran santa, o la mayor pecadora, pero de cualquier forma el ego está satisfecho. De todas formas dices una cosa: que eres especial.A la mente no le gusta escuchar que es simplemente ordinaria. Pero los celos, este enfado, estos problemas de relaciones y del ser son ordinarios,todo el mundo los tiene. Son tan ordinarios como tu pelo. Quizás alguien tenga unos cuantos más o unos cuantos menos, lo mismo que hay personas morenas o pelirrojas, en el fondo da igual son ordinarios, todos los problemas son ordinarios. Todos los pecados y todas las virtudes son ordinarios, pero el ego quiere sentirse especial. Te hará creer que eres el mejor o el peor.
Así que simplemente observa... cómo todos tus problemas son ordinarios. ¿Qué problema hay, dime? ¿Dónde sientes que hay un problema? Simplemente nómbralos.
Tengo un dolor aquí, en la frente.
Te duele porque no intentas entenderlo, luego duele. Lo estás condenando, te dices [a ti misma]: 'No deberías estar deprimida. Tú no eres así, no va con tu imagen. ¡Eres una chica tan bonita! ¿Por qué estás deprimida?' en lugar de comprender la verdadera razón por la que estás deprimida.
La depresión muestra que de alguna manera la ira está en ti de una forma negativa: la depresión es un estado negativo de la ira. La palabra en sí misma es muy significativa; quiere decir que algo está siendo oprimido; éste es el significado de deprimido. Estás oprimiendo algo en tu interior, y cuando la ira se comprime demasiado, se convierte en tristeza. La tristeza es un estado reprimido de la ira, la manifestación femenina de la ira.
Si le quitas la presión, se convertirá en ira. Probablemente estés aún molesto con situaciones de tu infancia que no has podido expresar, de aquí la depresión. ¡Intenta entenderlo! Y el problema es que la depresión no tiene solución, porque no es un problema real. El verdadero problema es la ira y condenando la depresión, estás luchando con sombras.
Antes de todo observa cuidadosamente el por qué de tu depresión... penetra en ella hasta el final y encontrarás ira. Una ira enorme... quizás hacia tu madre, quizás hacia tu padre, hacia el mundo entero, hacia ti mismo, ese no es el punto. El hecho es que en tu interior guardas ira, y desde que eres niño has intentado sonreír, has intentado no estar enfadado. Esto no es bueno. Te han enseñado y has aprendido la lección muy bien. Luego en la superficie pareces feliz, en la superficie sonríes, pero todas esas sonrisas son falsas. En tu interior estás conteniendo una ira enorme. Y como no la puedes expresar, estás sentado sobre ella Esta es la causa de tu depresión; por esto te sientes deprimido.
Déjalo fluir, permite que tu ira fluya. Una vez que expreses tu ira, la depresión te abandonará. ¿Acaso no lo has observado? que, ¿después de expresar tu ira te sientes mejor, te sientes vivo de nuevo? Comienza a trabajar en casa. ¿Mm? Haz una meditación de la ira cada día... con veinte minutos será suficiente. Después del tercer día disfrutarás tanto del ejercicio, que estarás deseando que llegue el momento de hacerlo. Te dará una relajación tal que verás cómo tu depresión se desvanece ante tus ojos. Por primera vez sonreirás de verdad... porque con semejante depresión encima no puedes sonreír, sólo pretendes que sonríes.
Nadie puede vivir sin sonreír, luego tienes que pretender que sonríes, pero una sonrisa forzada duele mucho... No te hace feliz, simplemente te recuerda qué tan infeliz eres.
Pero tienes que darte cuenta de ello; es bueno. Cuando algo duele, está ayudando. El hombre está tan enfermo que cuando algo es de ayuda, duele, toca una herida en alguna parte. Pero es bueno ...
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