Hay muchas personas que piensan que a la cima solo se puede llegar si tienes talento y grandes habilidades.
Lo que marcará la diferencia dependerá fundamentalmente de dos cosas:
la determinación, la constancia y la disciplina.
Son tres actitudes que deben de ir juntas.
- La primera es el deseo ardiente de lograr algo. Nace de las decisiones que tomamos con el corazón en vez de con la cabeza. Nos impulsa a llegar más alto de lo que nunca hubiéramos podido imaginar. Es el fuego que alimenta y mueve nuestro motor interno.
- La segunda es la actitud que nos mantendrá en el camino. Es la decisión de no abandono. De permanencia a pesar de las circunstancias. Es la llave para superar la falta de talento y gracia. Es el trabajo duro sostenido a lo largo de los años.
- Los japoneses, creen que la disciplina incluso supera a la inteligencia. Porque una persona capaz de aplicar sostenidamente su voluntad a una tarea puede desarrollar cualquier cosa y afianzar todo el talento que tiene, A lo que que quizás hay que añadir que la disciplina suele ir ligada de la moralidad y la integridad -algo de lo cual muchos carecen.
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