Las palabras no alcanzan


Fragancia rosa
Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse: Los que saben no hablan; Los que hablan no saben.
Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras. El Maestro les dijo:
– ¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?
Todos la conocían. Entonces les dijo:
– Expresadlo con palabras.
Y todos guardaron silencio.

Ausencia del ego

Silencio

En ocasiones los ruidosos visitantes ocasionaban un verdadero alboroto que acababa con el silencio del monasterio.
Aquello molestaba bastante a los discípulos; no así al Maestro, que parecía estar tan contento con el ruido como con el silencio. Un día, ante las protestas de los discípulos, les dijo:
– El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.

LA IMPORTANCIA DEL CHISME

l discípulo no podía reprimir las ganas que tenía de contarle al Maestro el rumor que había oído en el mercado.
– Aguarda un minuto, dijo el Maestro.
– Lo que piensas contarnos ¿es verdad?
– No lo creo.
– ¿Es útil?
– No, no lo es.
– ¿Es divertido?
– No.
– Y Entonces, ¿por qué tenemos que oírlo?